Carell Willink, fue el primero en romper los esquemas y llamar a su obra ya no como realismo mágico, lo denominó realismo imaginario.
Sus pinturas en principio tenían un tinte expresionista, aunque también pintó obras abstractas, influenciado por Picasso adopta un estilo figurativo, pero un década más tarde Willink desarrolla un estilo realista.
Sus cuadros representan escenas ligeramente inquietantes mostradas de forma realista, que tienen lugar frente a imponentes edificios, aunque también pintó diversos retratos.
Dentro de lo que muestra en la pintura Stadsgeicht, plantea un realismo característico de él, muestra tres edificios en lo que parece ser una ciudad, con nubes grises en el cielo , con calles vacías que dan a notar una inmensa soledad en la ciudad.
Los dos edificios cercanos son casas de la época que muestran en sus rasgos un vacío en su interior, a lo lejos otro edificio al parecer una fábrica en donde la gente se encuentra, en donde todos están trabajando inluso los niños, explotados por unos cuantos que solo buscan su beneficio. Por ello las nubes en el cielo, por ello lo taciturno de las calles y lo macabro de la fábrica.
Las sombras de los edificios brindan una gran profundidad a la pintura, con gran precisión el artista da tal realismo a su cuadro que en realidad parece que esta ciudad existiera.
Willink crea este cuadro para mostrar las fábricas y su poco interés hacia las personas, muestra que incluso el cielo se tiñe de gris al momento en que los obreros son explotados y maltratados.
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